Fue crucial para consolidar el poder del imperio español convirtiéndose luego en ciudad administrativa. Allí se dio en 1580 el primer levantamiento criollo armado contra el poder imperial del virreinato, llamado "Revolución de los siete jefes", antecedente del futuro reclamo de la Revolución de Mayo.
A partir de ese año se cambia al "Día del Respeto a la Diversidad Cultural" invitando a un diálogo abierto entre las distintas culturas para la construcción de una sociedad que resuelva sus conflictos por vías democráticas, en permanente reflexión sobre la historia de nuestro país.
Los preceptores ocupan un lugar fundamental en todo lo relativo a la mediación entre directivos, profesores y alumnos. En reconocimiento a su trabajo y dedicación permanente, se celebra esta fecha, la cual además incluye un agradecimiento permanente por el trabajo de estos profesionales que resultan irremplazables para la educación.
José Manuel Estrada (1842-1894), pensador argentino destacado no sólo en el ámbito de la educación, sino también en el campo de las letras, la oratoria, la historia, el periodismo y la filosofía. Su participación como político y funcionario da cuenta de una larga intervención en distintas instituciones y desde distintos espacios de poder. Entre ellas, fue Secretario de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Domingo Faustino Sarmiento y ocupó, durante 1869, el cargo de Jefe del Departamento General de Escuelas del Gobierno de Buenos Aires. Además, fue Rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, participó de la Convención Provincial Constituyente y Diputado de la Provincia de Buenos Aires.
Domingo Faustino Sarmiento aportó muchas ideas y acciones para el desarrollo de la educación, aquí mencionamos algunas. Durante su Presidencia se propuso elevar el nivel social de amplios sectores de la población a partir de una fuerte acción educativa impulsada desde el Estado. En ese entonces la educación era privilegio de un sector muy reducido de la sociedad, perteneciente o muy estrechamente relacionada con la élite dominante.
Sarmiento abogó por una educación popular, fue un importante intelectual de la vida cultural y un actor fundamental en el quehacer de la política en nuestro país, pedagogo, escritor y presidente, fue impulsor de la enseñanza básica elemental.
Es por ello que la Conferencia Interamericana de Educación -integrada por educadores de toda América- se reunió en Panamá y estableció el 11 de septiembre como Día del Maestro.
A pesar de que existen algunas controversias respecto a la figura de Sarmiento, es interesante insistir en su valoración de la educación como agente transformador de un país. Entendía que el fortalecimiento de una identidad desde la escuela era la manera de reunir una sociedad dividida culturalmente.
Concibió a la educación como el factor prioritario en el proceso de cambio y modernización, ya que según él existía una relación entre nivel de educación y estabilidad política. Sin embargo, su visión positiva no abarcaba a los gauchos y a los indios: no creía que la educación los pudiera redimir y por eso era mejor suprimirlos y reemplazarlos por inmigrantes, que traerían el progreso al país.
Dentro de sus obras podemos mencionar: el aumento de la tasa de alfabetización, la creación de escuelas, la contratación de maestras norteamericanas para formar docentes, la promulgación de la ley de bibliotecas, entre otras.
También recordamos hoy, otras y otros educadores que hicieron historia, como Juana Manso, Marina Vilte, Rosario Vera Peñaloza, Herminia Brumana, Stella Maldonado, Florencia Fossati, María Saleme, Mary Sánchez, las hermanas Olga y Leticia Cossetini, Carlos Vergara, entre otros.
No olvidemos que la historia transcurre no sólo por la acción de grandes figuras, sino principalmente, por el gran esfuerzo de cada uno de los que conformamos la sociedad y es allí donde radica nuestra responsabilidad.
A partir de su célebre figura y heroico proceder, se construye esa gran narración que nos explica como país. Por eso, rememorar su vida a partir de un nuevo aniversario de su muerte es recordar ese relato que escuchamos en los actos escolares de nuestra infancia, esa gran narración que nos conformó como comunidad y que debemos pensar y reconsiderar en nuestro camino hacia una patria justa, libre y soberana.
El 9 de julio de 1816, reunidos en la ciudad de San Miguel de Tucumán en Congreso General Constituyente, se firmó el Acta de la Independencia.
¡Viva la patria!
Esta fecha se fijó en 1973 para expresar y reafirmar la soberanía sobre las Islas Malvinas y demás territorios del Atlántico Sur, dado que un día como el de hoy pero de 1829 se crea la primera Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y adyacencias al Cabo de Hornos cuyo gobernador fue D. Luis Vernet, autoridades y población que fueran expulsadas por las tropas invasoras inglesas el 3 de enero de 1833. Acto que la ONU reconoció como acto de colonialismo que atenta contra los DDHH básicos en 1965. Desde entonces no ha cesado el reclamo por la soberanía argentina.
La conferencia de la ONU de 1972 declaró este día como el del cuidado del medio ambiente ante la imperiosa necesidad de que tanto gobiernos como empresas tomen conciencia de que se deben adoptar las medidas necesarias para el permanente cuidado del medio ambiente buscando la armonía de la humanidad y sus acciones con la naturaleza.